lunes, 6 de agosto de 2012

Ahora toca entrenamiento cruzado

Sin ninguna duda, el verano ofrece enormes posibilidades para correr más y mejor:  mucho tiempo libre, más horas de sol, mayor posibilidad de descanso. Sin ninguna duda, el verano en Madrid también sugiere quedarse en la piscina fresquito cuando a las ocho de la tarde nos encontramos a 30º.

El calor. Todavía está extendida la costumbre de que correr con altas temperaturas favorece la pérdida de peso y mejora el rendimiento, cosa que es cierta desde cierto punto de vista: sí, perderemos mucho líquido (que luego vamos a recuperar fácilmente) y , como cualquier entrenamiento en condiciones extremas, nos va a servir para mejorar a costa de debilitar el organismo, pero poco más.

Siempre aprovecho el verano para dedicar tiempo a otros deportes, especialmente la bicicleta. Hace tiempo escuché que la práctica de ambos deportes de forma simultánea no era aconsejable, sobre todo en personas que partican con intensidad el ciclismo. Luego llegó el triathlon y desmontó toda aquella teoría que, como la mayoría de sapiencia popular, tiene parte de verdad y parte de mentira. A niveles muy profesionalizados y de entrenamiento intensivo, la práctica simultánea de ambos deportes no está recomendada. Es decir, que Alberto Contador no debe hacer un par de tiradas a la semana corriendo ni Jesús España debe hacer 50 kilometros en bici los domingos por la mañana.

Vayamos a una explicación más científica.  

Cuando corremos, los músculos principales durante la ejecución son el cuadriceps ( recto anterior, vasto externo, vasto interno y crural), isquiotibiales ( semitendinoso, semimembranoso y bíceps femoral), gluteo mayor, flexor de cadera (psoasilíaco), los músculos de la pantorrilla o triceps sural ( gastrocnemio y soleo) y el tibial anterior. También importante mencionar la activación de la musculatura abdominal y la del bíceps braquial para ayudar el soporte del cuerpo.
 
Cuando pedaleamos sobre una bicicleta la musculatura implicada (cuadriceps, isquiotibiales, gluteo mayor, triceps sural y psoasilíaco) es muy parecida a la que empleamos para correr.

Es decir, utilizamos los mísmos músculos, pero de una forma diferente.

A ellos debemos unir el fuerte componente cardiovascular de ambas actividades y una ventaja adicional para el runner: pedaleando no se cargan tanto las articulaciones ni los músculos por el impacto de la pisada

Inconvenientes: lo que en entrenamiento se llama principio de especificidad

"El cumplimiento de ejercicios específicos producirá efectos biológicos específicos y adaptaciones al entrenamiento dentro del cuerpo que serán únicos para la actividad realizada para ese organismo en ese tiempo especifico. -Entrénese para correr y usted será bueno para la carrera- entrénese para levantar pesas y será bueno para eso.  Ambas cosas no son intercambiables; e incluso dentro de la carrera, si usted se entrena para 100mts no será eficaz para correr una maratón. El concepto de especificidad es reforzado por el hecho bioquímico de que todos y cada uno de los tipos de ejercicios que el hombre es capaz de realizar tienen una especifica fuente energética y una especifica necesidad de oxígeno"

Luego, claro, nos sale Gomez Noya con su medalla de plata en Triathlon y desmonta cualquier teoría, pero eso lo dejamos para otro momento.

Lo dicho, dedicaré un par de tardes a la semana a dar unas pedaladas, que la temporada de carreras empieza en septiembre y es muy larga

2 comentarios:

  1. Con tu permiso me quedo por estos lares. Un abrazo, amigo

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  2. Hola, estoy de acuerdo contigo en eso de que el verano es una buena época para correr sobre todo por el tiempo libre. El problema que yo tengo es que se me quitan las ganas por el horrible calor que hace en mi pueblo, lugar de veraneo (Águilas - Murcia), lo que me hace tener que madrugar para salir a correr, lo que unido a la playa, el juntarte con viejos amigos, las cenas, las cervezas... me resulta imposible. Pero bueno, ya casi estamos en Septiembre y volveremos a la rutina. Un saludo.

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