lunes, 30 de abril de 2012

Canciones para correr (XVII):   EMINEM "Lose Yourself" ("BSO eight mile", 2002)

Si preguntas en cualquier encuesta a un norteamericano qué canción escucha para motivarse haciendo deporte probablemente ésta sea una de las más votadas, si no la que más. Escuchada hasta la saciedad, multipremiada, multidescargada, la oscarizada canción de Eminem tiene en la potente base y en su letra su mayor fuerza, amén de que incorpora elementos reconocibles para todos los públicos (pianos, guitarras...) que no la hacen un tema rap 100% puro y dificil de digerir. No soy un gran fan del rap ni de Eminen, pero tiene muy buenos temas para correr.



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jueves, 26 de abril de 2012

Corriendo por Hamburgo: Parques, la cultura del deporte y las mujeres

Por motivos de trabajo suelo pasar al menos un par de semanas en Hamburgo cada año. Hamburgo es una ciudad bastante particular, por su ubicación, por su historia y su urbanismo. Puerto principal de Alemania, sufrió enormemente los castigos de la Segunda Guerra Mundial, algún que otro incendio y una inundación importante, por lo que ha sido reconstruida en varias ocasiones. Es una ciudad altamente industrializada, con una renta per cápita superior a los 50.000 EUR (la más alta de Alemania) y tasas de empleo de un 88% de población en edad de trabajar (es decir, trabaja todo el mundo). Aunque con más de 120.000 empresas en la zona es fácil trabajar, ¿no? A ello le añadimos que tiene una de las mejores redes de transporte público de Europa y un carril bici que recorre la ciudad.
¿Por qué cuento todo esto? Porque uno esperaría una gran colmena en una ciudad con más de 2000 habitantes por kilómetro cuadrado, y sin embargo se las han apañado para que haya un parque casi en cada esquina de la ciudad. Y, quizá lo más sorprendente, en cada parque puedes ver decenas y decenas de personas corriendo, haciendo remo, bicicleta, nadando... con frío o con lluvia, en invierno o en verano, por la mañana temprano o por la tarde. Es sorprendente la cultura del deporte popular que se vive no sólo en Hamburgo, sino en la mayoría de paises de Europa. Sobre todo cuando la comparas con España.

Muchos os podéis preguntar: estamos viviendo la edad de oro del deporte español, ¿a qué viene todo esto? Por supuesto, no estoy hablando de deporte de élite, de gente que come de practicar deporte. Hablo de deporte como elemento integrado en la vida diaria, en el trabajo y en la familia de cada uno de nosotros. Del deporte como elemento generador de placer, autorrealización y mejora de condición física, bajo mi punto de vista, y en mayor o menor medida, los tres elementos que aporta la práctica de deporte a una persona en su vida codidiana. De la base de adultos ( 18 a 45 años) que nunca serán deportistas de élite, pero que disponen de ciertas horas de ocio al cabo de la semana.

Y aquí, como en otros muchos males de este país, entra en juego nuestro sistema educativo. Un sistema educativo que, ante todo, segrega, diferencia entre el buen estudiante y el buen deportista, haciéndolos casi términos excluyentes y contrarios. Un sistema en el que el fomento de deporte universitario es cero y donde se invierte en instalaciones a las que no se saca ni siquiera el 25% del rendimiento. Muchas veces me he preguntado si con el deporte no pasa lo mismo que con la literatura:¿cuantas personas han vuelto a leer de adultos "El Quijote" o "Fuenteovejuna" después de que el BUP de entonces las metiera "con calzador" en nuestras vidas?

Pero volvamos a Hamburgo, al Außenalster, centro neurálgico del deporte en la ciudad. Siempre me sorprende la cantidad de mujeres que corren o montan en bicicleta. En España, hace 15 años, el panorama era desolador. Una mujer corriendo era un auténtico "bicho raro". Ahora parece que las cosas están cambiando, las populares arrastran mucha participación femenina y es bastante habitual encontrar mujeres en los grupos de runners de cualquier ciudad. Pero me temo que el "ojímetro" indica que en Alemania las cosas son aún diferentes. Buceo en la red y encuentro este artículo, muy revelador. Sí, también en esto estamos aún a la cola de Europa.

miércoles, 25 de abril de 2012

Canciones para correr (XVI):   Wolfmother "Woman" ("Wolfmother", 2006)

Quienes son Wolfmother: Trío de hard rock australiano, total y absolutamente retro en su estilo y fiel seguidor de todos los cánones clásicos del género: cantante de profunda voz aguda (Andrew Stockdalem, lider y alma del grupo), estribillos sonoros, sección rítmica machacona, solos de guitarras, teclados... el típico grupo que gusta a heavies greñudos, camisetas negras y cadenas. Solo tienen dos discos, el primero de nombre homónimo y un segundo, de menor calidad. Una curiosidad: Lance Armstrong tiene debilidad por ellos.





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lunes, 23 de abril de 2012

 Idolos del Running (III): Los cuatro minutos de Bannister


Bajamos de la distancia emblemática del fondo (el marathon) con Zatopek y Bikila y llegamos a otra distancia mágica, la milla, y a una hazaña y un atleta esenciales para entender qué representa la superación humana y la derrota del tiempo.  Vamos a conocer la historia de un hombre y una frontera psicológica que muchos creían insuperable pero que, como la gran mayoría de estas a lo largo de la historia , necesitó de un primer pionero en bajar el crono para  ser batida a continuación por muchos de sus contemporáneos. Esta es la historia de un corredor, una milla y cuatro minutos.  


El día resultó ser ventoso, lo que no era precisamente una buena noticia para Bannister, quien horas después tenía una cita con la historia en el viejo estadio Iffley Road de Oxford. Como era costumbre, pasó la mañana haciendo sus prácticas en el hospital de Saint Mary; después, cogió el tren desde Londres hasta Oxford para disputar un encuentro atlético en el que participarían una amplia nómina de atletas británicos (Chris Chataway, Chris Brasher, Alan Gordon, George Dole..). Viajó sólo, en segunda clase, algo impensable hoy en día para una estrella del deporte.
Bannister iba a atacar una de las grandes fronteras del atletismo (“el muro”, lo llamaban algunos): los cuatro minutos en la milla, la prueba por excelencia del medio fondo. Hoy en día puede parecer un objetivo menor a la vista de los 3:43.13 que tiene El Guerrouj como mejor marca mundial, pero entonces era un reto enorme que mantuvo durante años a los mejores atletas y entrenadores en busca de la forma de conseguirlo. “La milla en cuatro minutos se había convertido en una especie de Everest. Era un desafío al espíritu humano, un obstáculo que parecía mofarse de todos cuantos intentaban vencerlo, un llamamiento punzante contra el que el hombre luchaba en vano”, escribiría años después el propio Bannister en su autobiografía First Four Minutes (Los primeros cuatro minutos).
No extraña, por tanto, la enorme expectación generada cuando se supo que el mejor mediofondista británico iba a intentar semejante gesta. Bajo la supervisión del preparador austriaco Franz Stampfl, llevaba meses entrenándose para rebajar esta marca. Bannister entrenaba solo, cinco días a la semana y apenas una hora diaria, para no perjudicar sus estudios. Con vistas a este reto, y para rentabilizar al máximo su escaso tiempo, buscaba la calidad del entrenamiento –haciendo continuas series- antes que la cantidad.
En Oxford almuerza con un matrimonio amigo y las hijas de éstos. Llueve y el viento sopla con fuerza, lo que sin duda complicaría todavía más su desafío... pero estaba decidido a intentarlo. Sabía que tenía el récord en sus piernas y que no tendría muchas más oportunidades porque ya había tomado la decisión de abandonar la práctica del atletismo a finales de año para realizar el doctorado en Neurología. Sabía además que el australiano John Landy estaba logrando marcas cada vez más cercanas a los 4 minutos, y que con la progresión que llevaba pronto podría superar la mítica barrera. “Así que ahora o nunca”, debió pensar Bannister.


Cae el muro
En una época muy alejada del actual profesionalismo, la pista elegida también distaba mucho de los escenarios sobre los que se logran hoy en día las grandes marcas. La pista de Iffley Road era de ceniza y apenas una modesta tribuna de madera se levantaba junto a la recta principal. Pero la expectación era tan grande que unos 3.000 espectadores se agolparon alrededor de la misma para presenciar la prueba, que fue retransmitida por la cadena de radio de la BBC, con el antiguo campeón olímpico de los 100 metros Harold Abrahams como comentarista. Apenas media hora antes del inicio de la carrera la velocidad del viento descendía hasta los dos metros por segundo, y dejaba de llover.
Todos los participantes en esa carrera llevaron dorsales de dos cifras que empezaban por 4 (en alusión a los cuatro minutos que se pretendían rebajar); Bannister llevaba el 41. Para ayudarle a conseguir su objetivo contaría con la colaboración de Brasher y Chataway, quienes le harían de liebres. Los dos atletas londinenses llevaron la carrera a un ritmo vivo, pero Bannister parecía inquieto, deseoso aún de una mayor rapidez. A falta de 400 metros para el final el tiempo era bueno (3:00.07) pero no lo suficiente para lograr la marca deseada. Tendría que cubrir la última vuelta en menos de un minuto. Fueron 400 metros agónicos, en dura lucha contra el viento y la fatiga, que se reflejaba en su rostro crispado, la boca abierta, los ojos cerrados... En la tribuna y alrededores del viejo estadio el público animaba con entusiasmo. Cuando Bannister rompió la cinta de llegada el crono marcó… ¡3:59.4!, lo que suponía rebajar en dos segundos el anterior récord mundial (4:01.4), en poder del sueco Gunder Hägg desde 1945. La noticia llegó incluso a paralizar la actividad del parlamento inglés.
El joven estudiante de medicina había conseguido derrotar al “muro”; había logrado lo que durante medio siglo se le había resistido a los grandes especialistas del medio fondo. Por eso, algunos bautizaron aquella carrera como "la milla milagro" (miracle mile). Resulta curioso, sin embargo, que uno de los récords más famosos de la historia del atletismo fuera, a su vez, uno de los más efímeros. El 21 de junio, sólo 46 días después, el australiano John Landy le arrebataba la plusmarca, al correr la distancia en Turku (Finlandia) en 3:58.0.
Pero eso poco importaba ya. En 1953 Edmund Hillary conquistaba por primera vez la cima del Everest. Después, otros muchos alpinistas seguirían sus pasos, pero la gesta de Hillary continuará imborrable por los siglos de los siglos... Él fue el primero en conseguirlo. De igual manera, aquel 6 de mayo de 1954 Bannister conquistaba su particular Everest y –pese a lo efímero de su récord- nunca ya nadie le quitará su lugar privilegiado en el recuerdo de los aficionados al atletismo. Aquel día, en definitiva, conquistó la eternidad.



Una carrera fugaz
Roger Gilbert Bannister nació el 23 de marzo de 1929 en Harrow (Londres). Hijo de una familia adinerada, se educó en algunas de las mejores escuelas de Inglaterra. Cursó estudios de medicina en la Universidad de Oxford, estudios que compaginaba con el atletismo, deporte que practicaba desde su juventud y en el que pronto empezó a destacar.
Desde sus inicios Bannister -alto (1,87 metros), flaco (70 kilos), rubio, de rostro afilado, pómulos muy marcados y exquisitos modales- se especializó en las pruebas de medio fondo. En 1950, con sólo 21 años, logró la medalla de bronce en los 800 metros de los Campeonatos de Europa de Bruselas, y dos años después participó en los Juegos Olímpicos de Helsinki, donde rozó la medalla en los 1.500 metros (finalizó 4º con un tiempo de 3:46.0). Pero no fue hasta el ya rememorado 6 de mayo de 1954 cuando alcanzó la gloria. Al récord de Bannister le siguió, un mes y medio después, el del australiano John Landy. Eran los dos mejores atletas del medio fondo mundial, y la expectación era máxima por ver un enfrentamiento entre ambos. El duelo no tardó mucho en llegar; el 7 de agosto de ese mismo año, en Vancouver, competían juntos por primera vez en su vida, con motivo de los Juegos de la Commonwealth. Bannister impuso su poderosos final para acabar ganando con un tiempo de 3:58.8, por los 3:59.6 de Landy.
Esta carrera fue un gran acontecimiento seguido ampliamente por los medios de comunicación de todo el mundo, y los británicos lo celebraron con orgullo como un gran éxito nacional. Pocas semanas después, conquistaba la medalla de oro de los 1.500 metros en los Campeonatos de Europa disputados en Berna con 3:43.8. Pero la vida deportiva de Bannister fue incomprensiblemente corta. A finales de 1954, con tan sólo 25 años de edad, decide retirarse del atletismo para centrarse en la medicina, actividad en la que llegaría a ser un prestigioso neurólogo. Una vez retirado recibió numerosos honores: fue el primero en ser elegido “deportista del año” por la revista americana Sports Illustrated (en 1954); fue el primer Presidente del Consejo Inglés de Deportes; la reina de Inglaterra le nombró Sir (caballero) en 1975 por sus hazañas deportivas... La pronta retirada, en la cúspide de su carrera, agrandó la fascinación hacia su figura. De hecho, su historia ha sido llevada en dos ocasiones a la pequeña pantalla: en una miniserie de 1988 titulada The Four Minutes Mile, protagonizada por Michael York, y en el telefilm producido en 2005 Four Minutes, con Jamie Machlachlan dando vida a Roger Bannister y Christopher Plummer como su entrenador.
Desde que Bannister rompiera la barrera de los cuatro minutos, otros trece atletas han poseído el récord de la milla: John Landy, Derek Ibbotson, Herb Elliot, Meter Snell, Michel Jazy, Jim Ryun, Filbert Bayi, John Walter, Sebastián Coe, Steve Ovett, Steve Cram, Nourredine Morcelli e Hicham El Guerrouj. De todos ellos, sólo tres han impresionado a Sir Roger: el australiano Elliot, el norteamericano Ryun y el marroquí El Guerruj. "Elliott tenía un gran margen de superioridad sobre sus contemporáneos, a diferencia de otras épocas; El Guerruj tiene ahora el récord y es extraordinariamente bueno, especialmente construido para esta prueba; Ryun corrió en 3:52 sobre las pistas antiguas y se puede asegurar que valía 3:48, una marca que en la actualidad equivaldría a 3:43 ó 3:44", explicaba en 2004, con motivo del 50 aniversario de su gesta: la milla milagro.

domingo, 22 de abril de 2012

kms und Hausschuhe

Esta semana el blog cambia de nombre, o al menos de idioma. Una semana en Hamburgo que aprovecharemos, si el tiempo nos deja, para disfrutar los maravillosos parques de la ciudad.

Semana de recuperación, sin ningún tipo de actividad
Esas frases acerca de correr (III)

“Cada día me acuesto convencido de que nadie ha podido entrenar mejor que yo”-. S. Coe. 

Responder Con Cita"El entrenamiento es sobre todo un acto de fé" Franz Stamfl

"Nunca reprimas tus emociones.Pon todo tu ser en lo que hagas.Sólo entonces hallarás al gran campeóm" Percy Cerutty

"El entrenamiento debe de ser sistemático, es decir, meticuloso, regular y organizado" Connie Carpenter

"Hay que pensar primero, antes de empezar a entrenar" Peter Coe

“La voluntad es el corazón de los problemas entre mente y cuerpo, ser atleta mejora notablemente la voluntad”. A. Oelter.

“Siempre encuentro inspiración para elogiar a cualquier atleta”. C. Lewis

"Entrena con mayor inteligencia,no más duro" Ron Castella
 
"Tradicionalmente se han tenido tres opciones: entrenar duro, entrenar duro o entrenar más duro" Richard Dale y Colin Cameron
 
"No hay duda que correr es el mejor ejercicio para los corredores" Arthur Lydiard
 
"Correr grandes distancias a ritmo lento produce fondistas lentos" Jim Bush
 
"Todos somos deportistas.La unica diferencia es que unos entrenamos y otros no" Dr.George Sheehan
 
"En nuestro trabajo, hijo, tenemos un dicho:"No le puedes enmendar la plana a Dios."" Sam Mussabini
 
"La velocidad sale de dentro.Simplemente, está allí. No puedes hacer que alguien sea rápido si de por sí no lo es" Jeff Thomson

jueves, 19 de abril de 2012

Idolos del Running (II): Bikila, el hombre descalzo


Tras Zatopek, entramos en la intensa  biografía de uno de los atletas más sorprendentes de todos los tiempos y quizá el mejor maratoniano de la historia. Y es que, al igual que el 10 de Nadia Comaneci o el salto de Bob Beamon en Mexico, los pies descalzos del etíope han entrado de lleno en la inconografía de los Juegos Olimpicos como una imagen inolvidable que trasciende el deporte y entra de lleno en la definición del ser humano.



La prueba del maratón cerraba el programa atlético de los Juegos Olímpicos de Roma 1960. Se había programado de noche para evitar las altas temperaturas del tórrido verano romano. En la línea de salida los favoritos eran el ruso Popov y el marroquí Rhadi Ben Abdeselem, mientras que la gran sensación era un desconocido atleta etíope, de nombre Abebe Bikila, que se presentó en la línea de salida con los pies desnudos ante la extrañeza general. En su país había corrido un par de maratones con buenos resultados, pero el resto del mundo apenas tenía noticias de él.
La carrera pasaba por todos los lugares emblemáticos de la capital italiana y miles de antorchas, encendidas en la oscuridad de la noche, le otorgaban un ambiente mágico. Hasta el kilómetro 30 domina la prueba el marroquí, quien mandaba en un reducido grupo de atletas. De repente, Bikila se coloca al frente del grupo imprimiendo un ritmo fuerte que sólo Rhadi pudo seguir. En los últimos kilómetros forzó aún más la marcha dejando atrás a su rival, para entrar triunfante por el Arco de Constantino, al pie del Coliseo, en un tiempo de 2h15:16, que suponía un nuevo récord mundial y rebajaba en ocho minutos el antiguo récord olímpico de Emil Zatopek.
Mucho se ha hablado sobre el motivo que llevó a Bikila a disputar descalzo aquella carrera. La realidad es que no se encontraba cómodo con ninguna de las zapatillas que le había suministrado el patrocinador del equipo, por lo que decidió correr descalzo, algo que hacía en ocasiones en sus entrenamientos. “Quería que el mundo supiera que mi país ha ganado siempre con determinación y heroísmo”, declararía después, añadiendo más épica al asunto.
La imagen de sus pies desnudos, golpeando una y otra vez el asfalto de la capital italiana, reposa en el archivo de los momentos inolvidables de la historia del atletismo. Su triunfo –por sorprendente y por la forma como se produjo- supuso todo un acontecimiento. Nunca antes un deportista africano se había proclamado campeón olímpico… nunca antes un desconocido había irrumpido con semejante fuerza en el panorama del atletismo… nunca antes nadie se había atrevido a correr descalzo una prueba de semejante envergadura. De repente, Bikila pasó a ser un héroe en su país, el orgullo de la África negra y toda una figura del deporte mundial.
Su victoria estuvo además cargada de un simbolismo que trascendía lo puramente deportivo. Quiso la casualidad, o el destino, que la línea de meta de aquella carrera estuviera situada justo debajo del Arco de Constantino, desde el cual habían partido 25 años antes las tropas de Mussolini para conquistar Etiopía en la Segunda Guerra Ítalo Abisinia. Y también quiso la casualidad, o quizá fuera el destino, que su ataque que rompió definitivamente la carrera se produjera al paso por el Obelisco de Axum, monumento etíope expoliado por las tropas italianas en aquella guerra.


Del ejército a la élite
Nacido el 7 de agosto de 1932 en Jato (localidad situada al sur de Etiopía), en el seno de una humilde familia campesina, Abebe Bikila dedicó su infancia y adolescencia a estudiar y ayudar a su padre, que era pastor, en las labores del campo. No empezó a correr en serio hasta que con 17 años se alistó en el ejercito etíope, ingresando poco después en el Cuerpo de la Guardia Imperial del Palacio Real de Addis Abeba. En el ejército empezó a destacar como atleta y allí conocería a una persona que resultó fundamental en su vida, el entrenador sueco Onni Niskanen (contratado por el gobierno de Etiopía para entrenar a sus atletas), quien supo ver y pulir el diamante en bruto que tenía entre sus manos convirtiéndole en el mejor maratoniano del momento.
El enjuto atleta (1,76 m, 57 kg) se dio a conocer en su país en 1956, con 24 años, cuando participó en los campeonatos nacionales de las Fuerzas Armadas, donde logró derrotar en los 5.000 metros al por entonces gran héroe nacional, Wame Biratu, dominador de todas las distancias del fondo etíope. Durante años ambos atletas mantendrían una sana rivalidad (eran grandes amigos), que casi siempre se decantaba del lado del veterano Biratu. Con una sola plaza en juego, Bikila derrotó a su amigo en la carrera que decidía quien correría el maratón en los Juegos Olímpicos de Roma. Cuenta la leyenda que ambos atletas pactaron la victoria de Abebe, ya que Biratu tenía plaza asegurada en los 10.000 metros. Sea como fuere, Bikila –todo un desconocido fuera de su país- se plantó en Roma, donde su coraje y fortaleza le consagraron a los más alto.
Aquella victoria le valió su ascenso a sargento en el ejército etíope y un anillo de diamantes. Sin embargo, en un país revuelto dominado por el absolutista Negus Haile Selassie, el último emperador etíope, se vio envuelto en un turbio asunto que a punto estuvo de costarle la vida. Como integrante de la Guardia Imperial, fue involucrado en un fallido intento de golpe de Estado en el que no tuvo parte activa. Junto con los otros conjurados, fue condenado a morir ahorcado, aunque el emperador le amnistío (era un héroe nacional) y reincorporó a filas, suerte que no corrieron el resto de los implicados.



Gloria y drama
Regresa a la alta competición en los Juegos de Tokio´1964 donde se consagraría definitivamente como una estrella olímpica. Bikila había seguido una preparación exhaustiva y minuciosa, pero la mala suerte se cruzó en su camino y a falta de cinco semanas para la prueba tuvo que ser operado de apendicitis. Así, sin apenas entrenamiento tras la convalecencia, se presentó en Tokio donde, esta vez calzando ya unas zapatillas, volvía a ganar el maratón olímpico con un tiempo espectacular (2h12:11), que rebajaba en más de tres minutos su propio récord mundial y que suponía correr a 19,152 km/h. De nuevo, y no sería la última vez en su vida, el dramatismo y la gesta caminaban de la mano en su trayectoria. Bikila se convertía así en el primer atleta en ganar dos medallas de oro en dicha prueba, hazaña sólo igualada después por el alemán Waldemar Cierpinski.
Todavía tomó parte en unos terceros Juegos Olímpicos (México´1968) pero, lejos ya de su mejor forma y con dolores en su pierna derecha, se tuvo que retirar en el kilómetro 17. Fue la última gran competición en la que participó antes de que la tragedia se cruzara en su camino. Un año después, sufría un grave accidente de coche cerca de Addis Abeba que le dejó paralizadas las extremidades inferiores, y que le condenó a vivir para siempre en una silla de ruedas. Aquel accidente ponía punto final a una trayectoria atlética impecable, que se tradujo en 15 maratones disputados, de los cuales acabó 13, ganando 12 de ellos.
El 25 de octubre de 1973, con 41 años de edad, una hemorragia cerebral acabó con la vida del “dios de los pies descalzos”, el precursor de los grandes campeones etíopes de la actualidad (Gebresselassie, Bekele, Dibaba, Tulu, Yifter…) Su recuerdo quedará imborrable en la memoria de todos los aficionados al atletismo y de sus conciudadanos, que en su honor pusieron su nombre al estadio nacional de Addis Abeba.

martes, 17 de abril de 2012

Canciones para correr (XV):   The vines "Get Free" ("Highly envolved", 2002)


Quienes son The Vines: Grupo australiano quintaesencia del rock independiente, casi de manual: Tres chicos que trabajan en McDonalds se conocen a finales de los noventa, montan un grupo de garage haciendo covers de Nirvana pero resulta que uno de ellos es un genio atormentado (Craig Nicholls, guitarrista y cantante, sufre de autismo y Asperger), graban una maqueta que pasean sin pena ni gloria, un cazatalentos los descubre, los lleva a Londres, los hace portada de NME y Rolling Stones, lanzan disco de debut, superventas, gira mundial, altercados en hoteles,.... y de allía la más absoluta de las miserias. Nos dejan un par de discos notables y un tema sobresaliente, quizá lo mejor que Kurt Cobain no haya escrito.




La oigo:Series

lunes, 16 de abril de 2012

Esas frases acerca de correr (II)


"No puedo dejar de hacer deporte. Tendré toda la eternidad para descansar".

Solo a la acción tienes derecho, y nunca a sus frutos; no dejes que los frutos de la acción sean tu motivo.

El deporte no forja el carácter, lo pone de manifiesto.

Nunca llegarás al final de tu camino si solo caminas los días de sol.

El ser humano siembra un pensamiento y recoge una acción. Siembra una acción y recoge un hábito. Siembra un hábito y recoge un destino. (Sivananda)

No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer (Johann Wolfang Goethe)

Nemo atleta sine sudore coronatur. (Ningún atleta es coronado sin sudor)

Para que pueda surgir lo posible, es perciso intentar una y otra vez lo imposible. (Hermann Hesse)

"La gente me pregunta por que corro. Yo les digo: ¿Por qué dejasteis de correr?"Jeremy Wariner  

domingo, 15 de abril de 2012

Entrenamiento semana 9 a 15 de abril
Lunes: Descanso
Martes: 45 min CC
Miercoles: Descanso
Jueves:55 min CC
Viernes, Sabado y Domingo



Semana de recuperación, que finalizaba con la participación en la carrera Stop Sanfilippo en casa, en las Tablas. Los cambios de temperatura y el resfriado de la niña han abado con mi nariz congestionada, garganta irritada y dificultad en la respiración, con toses y estornudos. Vamos un resfriado en toda regla.
Qué le vamos a hacer...

jueves, 12 de abril de 2012

 Idolos del Running (I): Zatopek, la locomotora humana

Arrancamos una serie dedicada a 10 de los mejores mediofondistas y fondistas de la historia. Nombres míticos, son a la vez atletas singulares y personas que representan a la perfección el sacrificio, la épica, el espíritu y sobre todo la belleza de un deporte que cuenta cada día con más adeptos.
Arrancamos, quizá, con el mejor de todos ellos. 




Transcurría el kilómetro 20 de la prueba cuando, algo confuso, se giró hacia sus rivales y les dijo: “Yo no entiende de maratón pero, ¿no estamos corriendo demasiado lento?” Tras no encontrar respuesta, aceleró el ritmo y se marchó en solitario en busca de la línea de meta. En el momento de su entrada al estadio los espectadores, puestos en pie, aclamaron entusiasmados su proeza. Era la primera vez que corría un maratón y aquella victoria, con récord olímpico incluido (2h 23:04), significaba la culminación de una hazaña que le encumbró para siempre a la leyenda del atletismo: el triplete olímpico (5.000, 10.000 y maratón) en Helsinki 1952.

“Ese Zatopek corrió como con un péndulo sobre su pescuezo, su lengua carmesí pendía fuera, como si realmente lo estuvieran estrangulando”, escribió un periodista que cubría aquellos Juegos. Efectivamente, su manera de correr era extraña, con un estilo desgarbado, agónico, con la boca abierta y el rostro desencajado, como si tuviera un cuchillo clavado en el pecho, como si su cuerpo se fuera a desvencijar en cualquier momento… Pero era casi invencible. El secreto de su éxito residía en un entrenamiento durísimo, con volúmenes e intensidades descomunales para aquel entonces. En el punto álgido de su trayectoria deportiva, corría 800 kilómetros mensuales (unos 27 diarios).

Su manera de entrenar fue toda una revolución para la época e incluso creó su propia metodología (el entrenamiento interválico), que en un primer momento le generó bastantes críticas. En vez de largos rodajes, hacía numerosas repeticiones de distancias cortas –entre 200 y 400 metros- a muy alta intensidad y con breves pausas de recuperación, en las que seguía corriendo a menor ritmo. Esto le permitió mejorar rápidamente su velocidad y resistencia. “¿Por qué habría de entrenar corriendo a ritmo lento? Ya sé correr a ritmo lento. Debo aprender a correr a ritmo rápido”, decía. Además, entrenaba a menudo calzado con botas militares y peso en los pies; así, la competición le parecería luego un descanso.

De carácter humilde y reservado, Zatopek destacó siempre por su inmenso afán de superación y su amor a este deporte. “Un atleta no puede correr con dinero en sus bolsillos. Ha de hacerlo con esperanza en el corazón y sueños en su cabeza”, llegó a decir. Con esta actitud se ganó el cariño de un público que le adoraba y le aclamaba sin cesar en las carreras. Fue un pionero del atletismo, un adelantado de su tiempo, “un atleta valiente como no ha existido otro”, según el mediofondista español José Luis González… ¿El mejor fondista de la historia? Muchos especialistas no tienen duda de ello.



Atleta por accidente Nacido el 19 de septiembre de 1922 en Koprivnice (Checoslovaquia), era el sexto de siete hermanos de una humilde familia obrera. A los 16 años empezó a trabajar en la fábrica de calzados Bata, gracias a la cual, y de manera absolutamente casual, se inició en el mundo del atletismo. Bata patrocinaba cada año una carrera en la que los jóvenes del pueblo estaban casi obligados a participar. Así, en 1940, con 18 años, no tuvo más remedio que correr y ante su sorpresa (nunca había realizado entrenamiento alguno) quedó segundo, lo que le animó a participar en otras carreras. “La gente me aplaudió y eso me gustó. Desde entonces empecé a acudir a las sesiones de entrenamiento”, recordaría años después.

Sus primeras carreras, sus primeros éxitos en el atletismo, tendrían lugar en una Checoslovaquia ocupada por las tropas alemanas en plena Segunda Guerra Mundial. En aquella época, un joven Emil –un chico tranquilo y callado- trabajaba en la fábrica, asistía a clases de química, echaba una mano a su padre en el huerto familiar que les daba de comer, y corría en sus ratos libres. En 1945, con el país ya liberado de la ocupación alemana y la Guerra tocando a su fin (poco después llegaría el régimen comunista), se alista en el Ejército checoslovaco para seguir la carrera militar, en la que alcanzaría el grado de coronel.

Durante estos años, con una inquebrantable disciplina, cumplía sus obligaciones como militar durante el día y entrenaba por las noches, alumbrándose con una linterna eléctrica. Calzado siempre con sus inconfundibles zapatillas de cuero rojas que le seguían proporcionando –de espaldas a su patrón- sus antiguos compañeros de la fábrica, Zatopek ya poseía por aquel entonces los récords nacionales de 2.000, 3.000, 5.000 y 10.000 metros, y era sin discusión el mejor atleta nacional.

Sin embargo, no se dio a conocer en el atletismo internacional hasta 1946 durante los Campeonatos de Europa de Oslo, donde fue quinto en los 5.000 metros. Dos años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Londres, empezó a forjar su leyenda, al lograr la medalla de oro en 10.000 metros -con récord olímpico incluido- y plata en los 5.000. A estos éxitos le siguieron, en el periodo de entre Juegos, numerosos récords del mundo en todas las distancias posibles del fondo (10.000 metros, diez millas, 20 kms, récord de la hora y 30 kms) además de dos medallas de oro en los campeonatos de Europa de Bruselas´1950.



Hazaña olímpica Pero es en los Juegos Olímpicos de Helsinki´1952 donde se corona como el rey del atletismo mundial, al enfrentarse –y salir victorioso- a un reto sobrehumano que nadie antes había intentado y nadie se ha atrevido a intentar después: disputar en apenas una semana los 5.000, 10.000 y el maratón, distancia que no había disputado nunca antes y por la que pronto sentiría auténtica fascinación: “Si quieres correr, corre una milla. Si quieres experimentar una vida diferente, corre un maratón”, diría poco después. Vence en las tres pruebas, estableciendo el récord olímpico en todas ellas y el récord mundial en las dos primeras.

La final de los 5.000 metros (conocida como la carrera del siglo) fue especialmente emocionante por la resistencia del alemán Herbert Schade, el francés Alain Mimoun y el británico Chataway. La última vuelta al estadio de “La locomotora humana” fue una síntesis de su manera de entender el atletismo: “correr rápido y correr durante más tiempo”. Haciendo un sprint salvaje de casi 300 metros, martilleando el suelo una y otra vez, adelantó y tomó ventaja respecto a sus rivales, mientras el público puesto en pie coreaba: “Za-to-pek!, ¡Za-to-pek!”. Se dio la curiosa circunstancia de que en la capital finlandesa su mujer, Dana Zatopkova, también subió a lo más alto del podio olímpico, al vencer en la prueba de lanzamiento de jabalina. Tras los Juegos, Emil es nombrado teniente coronel del ejército checo.

En sus años victoriosos, pasa a ser símbolo e imagen del régimen comunista de su país, que le utiliza como “arma de propaganda”, que controla y limita sus movimientos y viajes al extranjero, que le espía y distorsiona sus declaraciones. Emil –humilde, tranquilo- se limita a aguantar, sonreir… y seguir corriendo. Traga y aguanta porque correr daba sentido a su vida, y a su vez –rehén del sistema político- era lo que se la robaba. Zatopek era invitado a competiciones atléticas por todo el mundo, pero el régimen comunista, ante el temor de que pudiera desertar, le deniega todas las salidas: sólo competirá en campeonatos oficiales y bajo estricta vigilancia.



Un hombre de principiosA mediados de los 50 su cuerpo se empieza a resentir –en forma de lesiones- de tantos años de extenuante esfuerzo. Esto no le impide, sin embargo, batir sus dos últimos récords del mundo en 1955, el de las 15 millas y el de los 25 kilómetros. Tras unos meses de parón, vuelve de nuevo a las pistas en los Juegos Olímpicos de Melbourne´1956, pero la edad y las lesiones que arrastraba le impidieron codearse con los mejores, terminando sexto en la prueba de maratón. Su decadencia deportiva era ya un hecho; pero él no deja de correr y sonreir. Incluso en la época de las derrotas frecuentes no dejaría de hacerlo ni de tener una buena palabra para todos. En 1958, se despide definitivamente del atletismo en las pistas de Guipúzcoa, en el Cross Internacional de Lasarte, dejando tras de sí una estela imborrable de éxitos.

Tras su retirada, Zatopek demostró que además de un gran campeón era un hombre de principios, lo que le generó numerosos problemas. Se consideraba un patriota liberal y jamás comulgó con el dominio de la URSS sobre Checoslovaquia. En 1968 –coincidiendo con la “Primavera de Praga”- rechazó abiertamente la ocupación de su país por parte de las tropas soviéticas y la imposición del comunismo duro, y apoyó al reformista Dubcek, partidario de más libertad para el pueblo y de un socialismo más humano. Estas críticas trajeron consigo un destierro y un castigo. Le costaron su cargo en las Fuerzas Armadas, y el empleo y el coche con los que el gobierno agasajaba a sus deportistas; le costaron, en definitiva, el cómodo estilo de vida que se había ganado a pulso tras años de sacrificio.

Fue inmediatamente destituido de su cargo en el Ministerio, expulsado del Ejército, separado del partido, y enviado a trabajar en una mina de uranio en Jáchymov, al noroeste del país, en un ambiente insalubre. Además, se le prohibiría residir en Praga. Así aguantaría seis duros años, sin levantar la voz, pese a todo sin dejar de sonreir. Después sería “ascendido” y convertido en basurero, pasando a recorrer las calles de Praga con un camión y una escoba. Cada vez que era reconocido en la calle la gente le ovacionaba y ayudaba en su tarea de limpieza. Jamás un basurero fue tan aclamado; seguía siendo un héroe del pueblo. Así que rápidamente, y visto lo surrealista de la situación, el régimen decide apartarle de ese puesto y enviarle a cavar agujeros para colocar postes telegráficos. Finalmente, tras obligarle a firmar un papel reconociendo su error por apoyar a las fuerzas contrarrevolucionarias, Emil acabaría trabajando como archivista en un sótano del Centro de Información de Deportes.

Con el paso de los años y los cambios en la situación política, Zatopek volvió a tener el trato y la consideración que nunca debió perder. En 1997 la asociación de atletismo La Zapatilla de Oro le nombró “Mejor Atleta checo del Siglo”, y un año después el presidente checo le otorgó la “Orden del León Blanco”, máxima distinción en su país. Trabajador infatigable, durante los últimos años de su vida trabajó como profesor de Educación Física, y mantuvo su cargo en el ejército de la República Checa hasta su fallecimiento, a los 78 años de edad, a consecuencia de un derrame cerebral. De esta forma, se acababa una vida llena de dignidad, generosidad y amor a este deporte.

miércoles, 11 de abril de 2012

Canciones para correr (XIV):   Daft Punk "Derezzed" ("Tron legacy soundtrack", 2011)

Quienes son Daft Punk: Daft Punk es un dúo de música electrónica formado por los músicos franceses Guy Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter, que huyen de cualquier aparicion pública ( en sus conciertos suelen ir cubiertos por un casco). Revolucionaron la música electrónica a finales de los 90 con su sensacional "Homework", un disco de produccion casera que alcanza enorme relevancia, que se continua con discos de produccion más compleja pero con igual calidad compositiva. En 2010 reciben el encargo de realizar la banda sonora de la nueva película de Tron, aunque se comenta que el resultado no termina de convencer a Disney, que finalmente decide orquestar parte del sountrack tomando elementos del score original de Daft Punk. Este tema, central de la banda sonora, sí que es Daft punk 100%




La oigo:series

domingo, 8 de abril de 2012

Entrenamiento semana 2 a 9 de abril
 
Lunes: 55 min CC R1
Martes: 2 km R1+ 1 km R3 + 1 km R2 + 1km R3+ 2 km R1
Miercoles: Descanso
Jueves: Descanso
Viernes: 55 min CC R1 ( revisión de recorrido carrera SanFilippo)
Sabado: Descanso
Domingo: 20 min R1 + 7 x 100 m (cuestas) + 10 min R1


Semana sin tirada larga, con dos sesiones de intensidad.

viernes, 6 de abril de 2012

Notas previas a Carrera Stop Sanfilippo las Tablas.

Carrera algo exigente, con dos tramos largos de subida continua (kms 2 a 3, km 4´7 hasta 6,5) que se compensan con una larga recta en descenso entre el km 6,5 y 8,5  y  500 metros de bajada al final de carrera ( en el diez mil). Buen asfalto, pocos giros y  avenidas amplias con curvas tendidas. El primer 5000 es más exigente que el segundo.

Km1: Recta larga 800 m con pendiente descendente de -3%, ultimos 200 m en curva arranque subida
Km2: Subida 3% con 3 curvas
km3: Cota carrera en 2,9, subida acumula desde 1,1 km , con fuerte pendiente y giro en 2,9
Km4: Bajada con tres tramos perfil liso, dos avenidas paralelas
Km 5: Bajada muy fuerte con dos tramos perfil liso hasta 4,5, fuerte bajada hasta 4,7 que se vuelve a subir hasta 4,9. Subida con fuerte giro a derecha hasta 5km
Km 6: Subida por amplia avenida pendiente 4% aprox en curva abierta, giro a la derecha
km 7: Sigue subida con dos giros (acumula desde 4,7) hasta 6,5, cota de segunda parte carrera.Bajada hasta largo tramo recta, que comienza en 6,6
Km 8:  Sigue tramo recta, descenso -3%
Km 9: Finaliza bajada recta en 8,3 ( empieza en 6,6), dos giros y glorietas, tendencia bajada.
Km 10: Llano 200 m, subida muy fuerte hasta 9,5, 500 metros en bajada facil por misma calle hasta linea de meta

miércoles, 4 de abril de 2012


Esas frases acerca de correr (I)


“Care I for the limb, the thews, the stature, bulk and big assemble of a man? Give me his spirit” (¿Qué me importan a mi los músculos, la estatura, el cuerpo y el tamaño de un hombre? Denme su espíritu)  William Shakespeare

 
“Talk to me not of time and place; I owe I’m happy to the chase.” (No me hablen de posiciones y marcas de tiempo. Yo debo mi felicidad a integrar el pelotón)  Willim Shakespeare

“Está bien que nos llamen locos, porque lo somos en parte”

“Somos lo que hacemos. Pero sobre todo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos” Eduardo Galeano, escritor uruguayo

“Si quiere ganar, corra cien metros. Si quiere experimentar la vida, corra maratones” Emil Zatopek

“La fatigue disparais, la gloire, ça reste“ (La fatiga desaparece, la gloria, eso permanece) Maratón de París

Everything you ever needed to know about yourself you can learn in 26.2 miles” (Todo lo que necesitás saber sobre timismo, lo puedes aprender en 42.2 kilómetros) Maratón de Bostón

“Cada mañana en África, un antílope despierta. Sabe que debe correr más rápido que el león o será devorado. Cada mañana en África un león despierta. Sabe que debe correr más rápido que el antílope o morirá de hambre. No importa si eres un león o un antílope, cuando el sol sale, es mejor que te encuentre corriendo”.

“No hay objetivos imposibles, sólo personas que se cansan antes de lograrlos” Bernardo Frau

Nunca te entregues ni te apartes. Junto al camino nunca digas: No puedo más y aquí me quedo” Juan Goitysolo, poeta español
Canciones para correr (XIII):   Moby"Lift me up" ("Hotel", 2005)

Quien es Moby: Moby es un cantante, compositor, productor y multiistrumentista norteamericano. Bajito, feo, calvo y con gafas de pasta, representa a la perfección el geek que vive encerrado en un mundo interior mucho más complejo que el que le rodea. Aunque gusta bucear en las raices del blues y el rock, su música destaca sobre todo por una gran base electrónica. Descendiente de Hermann Melville (escritor de Moby Dick, de ahí su nombre artístico), sus discos se caracterizan por ser un auténtico semillero de "jingles", canciones que se incluyen en spots publicitarios. Podíamos hacer un monográfico con estos temas, muy buenos para correr, pero nos quedamos de momento con este.




La oigo:rodajes vivos.

domingo, 1 de abril de 2012

Entrenamiento semana 26 de marzo a 1 de abril
Lunes: Descanso
Martes: Descanso
Miercoles: Descanso
Jueves: 40 min CC
Viernes:Descanso
Sabado: 75 min CC
Domingo: 45 min CC

Recuperacion de la carrera del domingo, tres dias de descanso y tres sesiones, concentradas en cuatro días, con tirada larga.